07 abril 2015

Leyendas

Después de haber escuchado varias leyendas, los chicos de 5º grado crearon éstas, que les invitamos a compartir:
                     La leyenda del camaleón multicolor

    Hace mucho, mucho tiempo, en la época cuando Colón descubría América, los camaleones no cambiaban de color; sólo eran verdes. Les molestaban las aves, ya que éstas tienen sus alas de diferentes colores, y siempre les recordaban que nunca tendrían un color tan bonito como ellas.
    El día anterior había ido al bosque un camaleón llamado Gaspar, quien no soportaba que las aves se burlaran de el, porque su único color era aburrido. El quería ser de todos los colores, igual que su bosque, colorido y donde siempre había un arco iris. Deseaba  el gris, el rojo, e incluso, el amarillo.
    En el momento en que todos dormían, Gaspar fue a molestar a las aves. Cuando llegó, empezó a sacarle las plumas. Lo hizo con delicadeza para que no se despertaran y el día siguiente las pobres estaban sin plumas y pelonas.
    Cuando descubrieron que Gaspar era el responsable dijeron enojadas:
    - Ese camaleón piensa que puede ser hermoso.
    Mientras tanto, Gaspar se había hecho un traje con esas plumas y lo usó por una semana. Un día de calor, quiso quitárselo pero estaba adherido a su cuerpo y no pudo hacerlo.
    El pobre fue a descansar a un hoyo y al día siguiente las aves lo encontraron allí, pero vieron que era del mismo color que la tierra
                                                                                                                 Joseph
                                                                                     
                                                                Mar azul

    En un pueblo lejano, había una hermosa joven llamada Isabela. Ella tenía el cuerpo blanco; era rubia, bella y tenía unos hermosos ojos azules como nadie. Su papá decía que era porque su madre era una sirena.
    Un día, mientras Isabela caminaba en el bosque, conoció un muchacho que se llamaba Edward y tenía los mismos ojos que ella.
    Al mirarse, sus ojos brillaron. Edward la saludó y ella a él, y así se quedaron charlando hasta el atardecer.
    En ese momento Isabela le preguntó porqué sus ojos eran así, y él le dijo lo mismo que le había dicho su padre a ella. Isabela no lo podía creer. Entonces le pidió que fuera al bosque a las diez de la noche.
    Isabela estaba enamorada de Edward y al verlo se ponía nerviosa.
    Cuando se encontraron él le dio un anillo, pero al sacarlo de su envoltorio, el anillo se cayó a una catarata blanca. Isabela y Edward se tiraron juntos y al caer se iban hundiendo de a poco.
    Tomados de la mano, el hermoso azul de sus ojos se volvió blanco, y el blanco de la catarata se volvió azul, así como todos los mares son azules.
    Dijo su padre que Isabela y Edward se convirtieron en sirenas y que ellos protegen a todo aquello que sea agua. Por eso los mares, cataratas y el agua de ellos son azules
                                                                                                                  Violela




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